Sabemos de la importancia de consumir productos integrales, pero muchas veces, descubrir si un producto realmente lo es, también tiene su miga. Sobretodo porque los fabricantes nos lo ponen difícil con productos , «ricos en fibra» o con proporciones de cereal integral ínfimas pero que legalmente son suficientes para escribir «integral» bien grande en la caja.
¿Pero sabemos realmente lo que significa Integral?
¿Pero sabemos realmente lo que significa Integral?
La palabra en cuestión , hace referencia al cereal que, o bien no se ha refinado (no se le ha quitado el salvado y el germen) o bien es un producto que se ha elaborado con ese cereal no refinado.
En otras palabras y siendo claros , no son necesariamente integrales: los panes con semillas, los productos de panadería marrones, lo que lleve la etiqueta «rico en fibra».
De manera que podemos encontrar etiquetados como integrales productos en los que menos del 10% del cereal que contienen lo es. Y ahí es donde tenemos que saber leer la etiqueta para diferenciarlos y elegir mejor.
En otras palabras y siendo claros , no son necesariamente integrales: los panes con semillas, los productos de panadería marrones, lo que lleve la etiqueta «rico en fibra».
De manera que podemos encontrar etiquetados como integrales productos en los que menos del 10% del cereal que contienen lo es. Y ahí es donde tenemos que saber leer la etiqueta para diferenciarlos y elegir mejor.
Ya que existen también productos elaborados con harina refinada más salvado, este es un truco habitual, es muy común en las pastas, que suelen ir etiquetadas como «rico en fibra». Estos productos no son integrales, porque se han preparado con harinas refinadas y se les ha añadido el salvado. Efectivamente son productos más ricos en fibra que sus hermanos sin salvado, pero están lejos de aportarnos todos los nutrientes que si nos aportaría el producto realmente integral.
Todo lo que sea «rico en fibra» por norma general no es integral, es el premio de consolación, algo refinado con salvado para que nos quedemos contentos.
A la hora de comprar pasta integral, independientemente de lo que ponga en grande en el paquete, es muy posible que en el supermercado no encontréis ninguna marca que lo sea y haya que recurrir a tiendas tipo herboristería o similar. Así de crudas están las cosas.
Y por ultimo y por hablar de productos integrales de desayuno, nos adentramos en un mundo donde los etiquetados nos hacen trampas y en los que muchas veces el supuesto producto integral (que en alguna ocasión lo es)esta tan azucarado que todos los beneficios se pierden enterrados en azúcar.
Resumiendo y por dejarlo mas o menos claro:
⦁ Pasta: es integral aquella que esté hecha con «sémola de trigo duro integral». Todo lo demás son otra cosa.
⦁ Pan: si tiene etiqueta, mirar el porcentaje de harina integral (si tiene algo..), con un porcentaje inferior al 75% mejor ni comprarlo. Si es de panadería, preguntad, si hace falta preguntad en varias.
⦁ Galletas y cereales de desayuno: si no podéis vivir sin ellos, no viváis de ilusiones pensando que si son integrales son más sanos, olvidadlo, son la misma pasta azucarada que cualquier otro producto que no ponga «integral» en la caja. Respecto a los cereales de desayuno, probar los copos de avena o buscar los menos azucarados.
⦁ Pasta: es integral aquella que esté hecha con «sémola de trigo duro integral». Todo lo demás son otra cosa.
⦁ Pan: si tiene etiqueta, mirar el porcentaje de harina integral (si tiene algo..), con un porcentaje inferior al 75% mejor ni comprarlo. Si es de panadería, preguntad, si hace falta preguntad en varias.
⦁ Galletas y cereales de desayuno: si no podéis vivir sin ellos, no viváis de ilusiones pensando que si son integrales son más sanos, olvidadlo, son la misma pasta azucarada que cualquier otro producto que no ponga «integral» en la caja. Respecto a los cereales de desayuno, probar los copos de avena o buscar los menos azucarados.
Como siempre recomendamos que en caso de duda consultéis con un experto en nutrición.
Fuente: dimequecomes.com
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